Conversamos con Francesc Hernández, Jefe del Servicio de Acción Social de la Diputación de Barcelona, sobre el proyecto de Tarjeta Monedero como herramienta para las ayudas en el ámbito de los Servicios sociales.
¿En qué consiste el proyecto de la tarjeta monedero impulsado por la Diputación de Barcelona? ¿Cómo surge la idea?
Se trata de un programa que tiene la tarjeta monedero de impacto social como instrumento operativo para facilitar las ayudas alimentarias. La finalidad principal del programa es dotar de una nueva modalidad de pago de las ayudas de alimentación de una forma más racional y eficiente, consistente en una tarjeta monedero, dentro del circuito actual de ayudas a las personas usuarias de los servicios sociales municipales.
Es una tarjeta de débito con un valor monetario definido por los servicios sociales locales que evita la estigmatización del beneficiario de la tarjeta, pudiendo escoger una gran diversidad de alimentos frescos en establecimientos normalizados de proximidad y evitando ir a centros benéficos de reparto de alimentos.
Es un proyecto que Cáritas desarrollaba en Milán y Cáritas Barcelona hizo llegar a nuestro país. Primero se inició en Barcelona ciudad y posteriormente la Diputación de Barcelona lo hizo llegar a todos los municipios de la demarcación.
¿A qué necesidades da respuesta?
Garantiza el acceso a alimento fresco a personas que se encuentran en situación de pobreza o vulnerabilidad social para garantizar una alimentación de calidad, equilibrada y saludable así como mejorar la gestión local de las políticas de distribución de ayudas económicas para la alimentación de productos frescos que se otorgan a personas vulnerables sin recursos por parte de los servicios sociales locales y a desarrollar estrategias de atención a las necesidades alimentarias que eviten al máximo la estigmatización de los beneficiarios de la tarjeta, pudiendo escoger libremente los alimentos frescos de su preferencia en establecimientos normalizados.
¿Cuáles son las principales ventajas de la tarjeta monedero?
Las principales ventajas de la tarjeta se vertebran especialmente alrededor de los siguientes aspectos:
Convertirse en un nuevo instrumento de soporte a las ayudas económicas para alimentación.
La Normalización y autonomía de las personas beneficiarias mediante el uso de la red habitual de distribución y venta de alimentos.
El Fomento de la economía local y soporte al pequeño y mediano comercio de proximidad.
La simplificación administrativa, con una gestión de las ayudas más sencilla y rápida.
¿En qué momento de implantación se encuentra el proyecto? ¿Es una iniciativa que ya existe en otros territorios?
El proyecto está en marcha desde enero de 2015. En estos momentos hay aproximadamente 50 municipios que lo están utilizando y la voluntad de ir extendiendo el programa a más territorios. En cualquier caso, el programa en sí, está completamente operativo para ofrecer las tarjetas en los locales que las soliciten.
¿Es una iniciativa que ya existe en otros territorios?
Si, desde el Ayuntamiento de Barcelona ya hace años que se utiliza, se denomina Tarjeta Solidaria. Nos consta que en otros países europeos hay proyectos similares.
¿Cuál ha sido la acogida del proyecto por parte de los ayuntamientos?
Además de los municipios que ya nos han hecho llegar la solicitad por Registro hay alrededor de un centenar de consultas mostrando interés en el programa.
Los entes locales que han empezado a utilizarlas y que ya las han implementado valoran muy positivamente su uso, tanto desde la perspectiva de la gestión interna como por la acogida del recurso que han recibido de las familias usuarias.
¿Quién asume el presupuesto asociado a la tarjeta monedero?
El coste de la tarjeta y de la gestión va a cargo de la Diputación y de La Caixa. El presupuesto asociado lo asumen los entes locales o la entidad social que haya pedido las tarjetas dentro de las partidas de ayudas de urgencia social de que disponen.
¿La tarjeta monedero es una alternativa a los modelos actuales de distribución de alimentos solidarios?
Siguiendo la estructura de las prestaciones económicas directas o de los vales para la compra de alimentos frescos, se propone sustituir el dinero (en euros) de forma directa o bien los vales que entregan los servicios sociales, por la tarjeta monedero. El hecho de que sea una alternativa a los modelos actuales de distribución depende directamente de cada ente local, que en gran parte de los casos, inicialmente valoran el programa como un complemento a los mismos.
En breve, la tarjeta también se podrá utilizar para gestionar las ayudas que los servicios sociales otorgan para otras necesidades, como pueden ser productos de farmacia, óptica o material escolar
