Hablamos con Ramon Barnera, Director de Cáritas diocesana de Girona, sobre qué ha supuesto el impulso de un modelo diferente de distribución de alimentos solidarios que ha sido referente en el tercer sector en Catalunya.
Cáritas Diocesana de Girona ha sido pionera en la creación de autoservicios como alternativa a los lotes en la distribución de alimentos solidarios. ¿Cuál fue el origen de vuestro proyecto?
El origen del proyecto fue repensar la distribución de alimentos desde la centralidad de la persona, entendiendo que la dignificación de la entrega de alimentos tenía que ser la prioridad en el modelo. Junto a este valor se quiso potenciar la corresponsabilidad de los participantes, la colaboración con la administración pública, el incremento de la rentabilidad de los recursos, la creación de puestos de trabajo de inserción, y siempre garantizando una cesta básica ajustada a las necesidades familiares.
¿Qué retos tuvisteis que afrontar en los inicios?
El cambio de modelo comportaba modificar una manera de funcionar arraigada ya desde muchos años atrás. Una buena exposición de los valores del nuevo proyecto ayudaron a que fuera bien recibido y asumido por todo el voluntariado implicado en el proyecto.
¿Cuáles son las principales ventajas de este modelo de autoservicio?
La ventaja principal es que se ajusta a nuestro modelo de acción social, que pone en el centro la dignidad de la persona y que fomenta la coordinación con la administración pública. Y desde un punto de vista operativo comportó evidentes ventajas de mejora de la gestión.
¿En qué os ha ayudado eQuàliment?
Es la herramienta de gestión del proyecto, una parte fundamental de la operativa, que nos permite una conexión y colaboración permanente con los ayuntamientos, y que nos ha acompañado en estos años adaptándose a nuestras necesidades.
Colaboráis con numerosos ayuntamientos y Consejos Comarcales. ¿Cómo habéis establecido estos acuerdos de colaboración?
El proyecto parte de un acuerdo entre distintas instituciones que entendieron que era necesario dar una respuesta conjunta a la distribución de alimentos: la Generalitat de Catalunya, la Diputación de Girona, el Banco de Alimentos, La Caixa y Cáritas, a la cual las otras instituciones han confiado la gestión de los Centros de Distribución de Alimentos (CDA).
A nivel local, cada CDA ha surgido por la voluntad compartida con el Ayuntamiento y otras entidades locales, y nos hemos dotado de convenios locales donde se recogen las obligaciones de cada parte buscando siempre la óptima gestión de los recursos.
Muchas entidades se acercan a vosotros interesándose por cambiar su modelo de lotes per el de autoservicio. ¿Qué soléis aconsejarles?
Que el cambio de modelo es fundamental para la dignificación de la distribución, y que este criterio ha de ser prioritario. A partir de ahí les ofrecemos nuestro modelo de gestión con el objetivo de ser útiles y poder ayudar en lo que haga falta, porqué en el entorno social tenemos que colaborar y apoyarnos entre todos porqué trabajamos todos por lo mismo.