Conversamos con Estanis Vayreda, Director General de SUMAR, Empres Social de Cataluña, sobre la necesidad de herramientas informáticas de gestión en el ámbito de los Servicios Sociales
¿Cómo nació SUMAR, empresa de Acción Social de Catalunya? ¿A qué necesidades da respuesta?
SUMAR nació por una doble necesidad. Por un lado porque en el año 2008 había gobiernos locales que querían afrontar el reto del crecimiento de los servicios sociales de forma conjunta. Y necesitaban un instrumento que les ayudase a hacer crecer de forma colectiva el sistema. Y por otro lado, el interés del Gobierno de la Generalitat en disponer de un instrumento del mundo local para gestionar con criterios de calidad diferentes servicios sociales en Cataluña.
¿Cuál ha sido el recorrido y evolución de estos años de funcionamiento?
Cada vez estamos creciendo más, dando respuesta a las necesidades de muchos ayuntamientos y consejos comarcales. Para muchos gobiernos locales la gestión de servicios sociales tiene sentido si se hace con criterios de interés general y es aquí donde una empresa pública como SUMAR tiene mucho que aportar. Además, estamos impulsando proyectos conjuntos entre nuestros socios que los ayudan a mejorar los servicios y a incrementar la profesionalidad.
Desde SUMAR habéis creado también el programa GESS para la gestión de expedientes de servicios sociales. ¿Cuál es su aportación más remarcable? ¿Cómo se está posicionando??
La verdad es que era una de las primeras demandas de los gobiernos locales. Querían que se creara una aplicación informática que les facilitara la gestión. Hemos estado muchos meses trabajando y ahora podemos decir que tenemos una herramienta extraordinaria, que funciona muy bien y que tiene unas funcionalidades únicas. Además, condiciona al gobierno local que la utiliza a trabajar por procesos, con lo cual la eficiencia y eficacia del servicio aumenta.
Desde sus inicios, habéis dado soporte constante a eQuàliment, lo que ha propiciado por ejemplo una amplia implantación en las comarcas de Girona. ¿Cuáles son a vuestro criterio los principales beneficios que aporta eQuàliment?
Lo más importante es que ordena y profesionaliza un servicio que ha crecido mucho en los últimos años. Con eQuàliment el trabajo de gestión, control y evaluación del servicio es mucho más sencillo y tienes en todo momento la información sobre usuarios, alimentos, stocks… Además, funciona de manera intuitiva y conectada con el propio programa de gestión. Es una solución vertical muy interesante y que cumple las expectativas de los usuarios.
¿Cómo ves el escenario actual de las herramientas informáticas de gestión de los servicios sociales?
Necesitamos más herramientas. Seguramente, más soluciones verticales que resuelvan servicios concretos. Pero que a la vez estén conectados con la información básica y necesaria que tiene cada gobierno local. Al final, tenemos personas que van a los servicios sociales que reciben diferentes servicios y es necesario disponer de la información de cada servicio pero también de la información de cada ciudadano. Sólo así podremos dar respuesta al incremento de usuarios y a la complejidad del sistema. La personalización de los servicios, totalmente necesaria y exigible, necesita sistemas de información.
¿Qué habría que hacer para impulsar en este ámbito el desarrollo de aplicaciones con un alto nivel de integración?
Es necesario que todos los gobiernos renuncien un poco a su manera de hacer las cosas. Debemos trabajar la teoría de 80/20. Es decir, renuncio a un 20% de mi manera de trabajar pero hacemos aplicaciones que den respuesta al 80% de las cosas que hacemos todos juntos. Y así empezar.
¿Qué papel tendría que tener la Administración?
La Administración en ocasiones tendría que liderar este proceso, y a veces impulsando soluciones más generales. Tenemos una gran oportunidad de liderar como país un sistema de servicios sociales realmente innovador y avanzado en gestión y personalización. Y para ello necesitamos tecnología. La Administración tendría que liderar este proyecto, con colaboración del sector privado, y otros actores del sistema.
